WASHINGTON.- La creciente comunidad latina volverá a tener un rol potencialmente decisivo en las elecciones de Estados Unidos, tras una campaña marcada por el discurso anti inmigrante de Donald Trump y por los esfuerzos de Hillary Clinton para capitalizar el descontento de los hispanos con las posturas de su rival.
Una cifra récord de 27,3 millones de latinos están habilitados para votar el 8 de noviembre (próximo martes), y se prevé que unos 13 millones de ellos efectivamente vayan a sufragar, la inmensa mayoría de aquellos que están registrados para poder participar.
Una encuesta de alcance nacional elaborada por la Asociación Nacional de Funcionarios Electos y Designados (Naleo) proyectó que la candidata demócrata aglutina el 68% del voto latino, frente al 19% que araña su rival. De confirmarse, estos resultados ratificarían la inclinación histórica de esta comunidad por el Partido Demócrata.
Además del peso efectivo de la cantidad de votantes latinos, el hecho de que muchos de ellos residan en gran número en estados como Florida, Colorado, Arizona y Nevada, distritos clave para ganar las presidenciales, realza la importancia de ese sector. La relevancia se acrecienta con el dato de que, de todos los ciudadanos habilitados para votar en Nevada, el 26,5% es latino, mientras que en Florida son 22,5%, en Colorado el 20,7% y en Arizona el 29,6%.
El informe proyecta que en el caso de Arizona, Clinton cosecharía un 72% de votos entre los latinos, mientras que Trump alcanzaría un 12%, y en los otros tres estados volverían a imponerse los demócratas como cuatro años atrás, gracias a ese apoyo latino.
A diferencia de elecciones anteriores, el tema de la inmigración irrumpió como principal eje de la campaña gracias a las polémicas declaraciones del republicano, que planteó la oposición a la llegada de extranjeros a Estados Unidos.
La construcción de un muro que divida la frontera terrestre con México, el endurecimiento de la leyes anti inmigrantes, el compromiso de deportar a los ilegales, sus cotidianos exabruptos contra los inmigrantes, principalmente a los ilegales, a quienes señala como la causa de muchos de los males que aquejan a su país, e incluso los ha vinculado al terrorismo, tienen un impacto relativo entre una comunidad latina que ya empieza a dar señales de dejar de ser uniforme.
Por el contrario, Clinton prometió promulgar una reforma migratoria durante los 100 primeros días de su gobierno y frenar la deportación de indocumentados.
Escasa diferencia
Una estrecha diferencia de tres puntos separa a la candidata presidencial demócrata de su rival republicano, en la última encuesta difundida por The New York Times y la cadena CBS con vistas a las elecciones del martes próximo.
El resultado del sondeo telefónico, realizado después de los anuncios del FBI sobre los email de Clinton, tiene una diferencia igual al margen de error, lo que demuestra lo reñida que está la votación.
La encuesta le da a Clinton 45% de las preferencias de voto y 42% a Trump, en tanto que el 9% restante queda entre el aspirante libertario, Gary Johnson, y la candidata verde Jill Stein, y el resto corresponde a indecisos.
En relación a la cantidad de electores que necesita cada candidato, los principales portales de monitoreo presidencial y encuestas también publicaron sus encuestas.
Para Real Clear Politics, que maneja datos de todo el país, la fórmula Clinton-Kaine se alza con 226 electores, mientras que Trump-Pence tiene 180 y quedan 132, que pueden inclinarse para cualquier lado de la balanza. (Télam-Especial)